jueves, 10 de agosto de 2017

Regenera o mantén buen funcionamiento del sistema inmune. Biomagnetismo

¿Qué destruye y debilita el sistema inmune?

Muchas de las comidas forman parte de nuestra dieta diaria pueden causar una depresión del sistema de defensa.
Siempre se dice que al tener el sistema inmunológico desequilibrado nos podemos enfermar o sentir mal. Pero, ¿sabías qué destruye y debilita el sistema inmune? Entérate en esta nota y empieza a prestar más atención a lo que está empeorando tus defensas.

¿Qué es el sistema inmune?

También llamado sistema de defensas o sistema inmunológico, es la barrera natural que tiene el cuerpo para preservar la vida, es decir, evitar que algo malo ocurra. Podríamos imaginarnos a un grupo de guardias en la puerta de una discoteca permitiendo o negando el ingreso de ciertas personas según sus características. Sin el sistema inmune no podríamos vivir, debido a que todos los agentes tóxicos, virus, bacterias y hongos ingresarían sin problemas al cuerpo.
Otra de las responsabilidades del sistema inmune es impedir que las enfermedades proliferen si es que pueden superar la barrera inicial. Así es como nos defiende de las infecciones, neutralizando y eliminando los microorganismos negativos.

¿Qué ocurre si nuestro sistema inmune no es eficaz?

Seguro podrás imaginarte esta respuesta. Tendremos más posibilidades de enfermarnos e infectarnos. Es el caso de los pacientes con HIV, por ejemplo. Tienen su sistema inmune muy débil (ya que la enfermedad elimina las defensas) y es por esta razón que un simple resfriado les puede causar la muerte. Sin llegar a esta situación tan terrible, debemos saber que un sistema deprimido (es decir, desequilibrado) no tiene la capacidad para cuidarnos y protegernos como corresponde.
Cuando el sistema de defensas del cuerpo no funciona correctamente no somos resistentes a los microorganismos que nos dañan. Esto provoca muchas consecuencias negativas, como pueden ser enfermedades crónicas o prolongadas, reincidencia a ciertas patologías o problemas de cicatrización. No solo se sufre gripes, resfriados o catarros, sino que puede ser más grave el cuadro: infecciones urinarias, renales o hepáticas, artrosis, virus del papiloma humano (HPV), artritis, problemas en la piel, onicomicosis, etc.

Emociones

Sobre todo el estrés, pero también la ansiedad y los nervios. Todas estas emociones, que en una cantidad elevada son perjudiciales, reducen la capacidad de las defensas para cuidarnos y protegernos de los “malos”. Es por ello que cuando estamos muy cansados, cargados de trabajo y obligaciones, ansiosos o nerviosos es más probable que nos enfermemos.
También relacionado con el grupo anterior, está comprobado que el cuerpo “pide” ciertos tipos de comidas cuando está desequilibrado, y justamente son los que peor nos hacen. Es decir, cuando estamos deprimidos no queremos un zumo de naranjas, sino un paquete de patatas fritas. El estrés desgasta el sistema inmune, por lo tanto, debes tratar de estar más tranquilo. Piensa que todos tenemos problemas, lo que nos diferencia es la manera en que nos enfrentamos a ellos.

Actividades

El sedentarismo está íntimamente relacionado con las enfermedades de todo tipo. Y no solo nos referimos al sobrepeso o al colesterol, sino también a otras patologías más graves. Por lo tanto, si estás todo el día sentado en la oficina o no haces ejercicio al menos dos veces a la semana, empieza a acomodar tu agenda para “mover el esqueleto” dos horas semanales. ¡No es demasiado y los beneficios son enormes! Si no quieres ir a un gimnasio o al parque, no importa, por lo menos baila en casa. Cómprate una bicicleta fija (y úsala, que no termine de guarda ropa), sube por las escaleras en lugar de usar elevador, camina al trabajo o a hacer la compra, etc.

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